Cuando quieren empezar a cambiar el estilo de vida a veces es difícil saber por dónde empezar, y muchas veces se comete el error de ir al extremo y al final ese cambio dura tan solo unos días.
Póngase metas cortas, haga cambios pequeños pero sostenibles. Por ejemplo, si normalmente consume comida chatarra 3 veces a la semana, no la elimine por completo, pase de 3 a 2 veces, luego en unas semanas haga el esfuerzo a pasar a 1 vez a la semana.
Con el café, si es de los que le ponen hasta 2 cucharadas de azúcar, vaya bajando la cantidad poco a poco, pase de 2 cucharadas a 1.5 cucharadas y ahí va bajando media cucharada.
La idea es que al ser cambios progresivos no se sientan tanto y esos malos hábitos, que al final son hábitos, los vaya logrando cambiar y de forma permanente.
Lastimosamente en muchas ocasiones cuando algo es prohibido genera más deseo, por lo que si decide nunca más comer arroz y usted era adicto al arroz, en el momento que lo vuelve a probar se va a querer comer la olla entera.
Además aunque sean cambios pequeños, son cambios y al final es una disminución del consumo de calorías y en consecuencia va a obtenerse una pérdida de grasa progresiva.