Cada vez que llega la temporada, Luis Felipe Araya más conocido como El Mago Santiesteban, desempolva su traje rojo y las botas.
Llegó el momento de interpretar a uno de los personajes que más disfruta y que le permite transmitir amor, sobretodo, a los niños.
Hace 26 años don Luis se vistió de Santa por primera vez para una producción de televisión mientras trabaja en San José. Al regresar a San Carlos, se trajo el disfraz y fue cuando empezó la aventura.
"Llegue y empezamos a recoger regalos para niños pobres y recuerdo que cuando eso estaba recién llegado el bus de dos pisos de Chilsaca y ahí iba Santa de cobrador. Después guardé el traje y no lo volví a guardar", contó.
Años después desempolvó el disfraz, consiguió una peluca y así celebró la Navidad con sus nietos pero ese mismo día, fue el reencuentro con el personaje.
Con el paso del tiempo empezó a cambiar la peluca, la barba y hasta el traje que, una costurera de Pital lo hizo con una cobija.
Al probarse el traje, la gerente de un supermercado en Aguas Zarcas lo vio y lo invitó a pasar el 24 de diciembre alegrando a los clientes: esta fue su primera presentación como el nuevo Santa Claus.
Pasaron 10 años desde esa primera presentación y sigue vigente en ese mismo lugar y en otros que encontraron en él, la forma de generar sonrisas durante la temporada.
"Cada año que pasa voy entendiendo la necesidad del amor, esa necesidad de afecto que la sociedad nos roba poco a poco. Cuando yo me disfrazo me convierto en ese viejo que quiere compartir los años que le quedan con la gente", dijo.
Debido a su nombre artístico "Santiesteban" es que muchas personas lo bautizaron con Santi Claus, el Santa sancarleño.
Ahora valora cada una de sus presentaciones por que le permiten guardar, en su corazón, recuerdos que se mantienen intactos y sonrisas eternas. Su vida está plagada de anécdotas.
"Una vez llegó una señora y se puso a llorar, nos tomamos la foto y luego llegó la hija y me contó que es que su mamá siempre quiso conocer a Santa y por eso fueron donde esta yo", recordó.
Para este año cambió el peluche blanco del traje por que, para él es indispensable mantenerlo limpio y atractivo. Recordó que antes usaba botas de hule y con el paso del tiempo pudo hasta pagarse hacer unas botas especiales.
Hoy por hoy es uno de los pocos Santa, que de verdad se parece al de la imaginación, que hay en San Carlos. Aún tiene agenda abierta por lo que puede contactarle al 8355 5977.
