El 08 de enero de 2025, quedará en la memoria de un grupo de 50 sancarleños quienes tuvieron la oportunidad de conocer al Papa Francisco, solo semanas antes de su caída de salud.
De hecho, fueron de los últimos grupos que tuvo posibilidad de verlo físicamente en la Santa Sede.
El pastor del rebaño es el Obispo José Manuel Garita quien lideró la Peregrinación Jubilar de la Diócesis de Ciudad Quesada a Europa y tuvieron la oportunidad no solo de visitar el Vaticano, sino también de tener una audiencia con el Papa.
El Obispo Garita pudo conversar con el Sumo Pontífice e incluso, le dio café costarricense como un regalo.
«Tienen el mejor café del mundo», fue la respuesta de Francisco al regalo costarricense.
La experiencia de tener muy de cerca al Papa, caló en los corazones de los sancarleños que tuvieron la oportunidad de vivirla.
«Esta ocasión representa un momento de gran significado espiritual y emocional para mí. Fue una oportunidad única para experimentar la cercanía y la humildad del Papa, además de fortalecer la fe y el sentido de comunidad. Sin duda, es un recuerdo muy valioso y memorable», contó Silvia Álvarez, una de las peregrinas.
Duelo en la Diócesis de Ciudad Quesada
El Vaticano confirmó el lamentable fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años de edad, durante la madrugada de este lunes 21 de abril.
El primer Papa americano fue el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, arzobispo de Buenos Aires.
Era una figura destacada de todo el continente, un pastor sencillo y muy querido por los católicos.
«Su magisterio desafió a la Iglesia a mirar al mundo con los ojos compasivos de Cristo, insistiendo en que la fe auténtica se vive desde la cercanía, la ternura y la compasión hacia los más vulnerables», refirió el Obispo Garita.
En mayo de 1992, el Papa Juan Pablo II lo nombró titular Obispo de Auca y Auxiliar de Buenos Aires.
Más tarde fue designado Vicario Episcopal del barrio Flores y luego ocupó el cargo de Vicario General de la Arquidiócesis.
En 1998, se convirtió en el arzobispo, primado y ordinario para los fieles de rito oriental de Argentina, quien no tenía un rito propio.
Tres años más tarde, el Papa Juan Pablo II lo nombró Cardenal, asignándole el título de San Roberto Bellarmino.
Fue elegido Sumo Pontífice el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI.
«Deja un gran legado de fe, caridad y esperanza y desde la Iglesia costarricense le recordaremos también por su cercanía y su ejemplo Pastoral», finalizó Garita.
El Obispo Garita fue el tico que más encuentros tuvo con Francisco. En total fueron 7 reuniones en el Vaticano.