Un estudio reciente, a cargo de expertos del OVSICORI, revela que la zona del deslizamiento en el Parque Nacional Juan Castro Blanco y que bajó por el río Aguas Zarcas, sigue muy activo.
Este evento, de julio 2023 y que desplazó cerca de 10 millones de metros cúbicos de material, se caracterizó por su velocidad extrema, alcanzando hasta 176 km/h en algunos tramos.
El deslizamiento fue seguido por flujos de escombros y troncos que provocaron daños significativos en la infraestructura local, aunque no se registraron pérdidas humanas.
Para monitorear la situación, en 2024 se instalaron 9 nodos sísmicos, los cuales han registrado más de 1500 sismos de baja frecuencia, confirmando que la zona sigue activa.
El informe destaca la importancia de un monitoreo continúo debido a la inestabilidad del terreno, lo que podría desencadenar futuros deslizamientos.
"Este evento subraya la necesidad de mejorar las medidas de prevención y gestión del riesgo en áreas propensas a este tipo de fenómenos geológicos, especialmente considerando el impacto que pueden tener en la infraestructura y las comunidades cercanas", cita el informe.
Advertencia
El documento, hace una advertencia a las autoridades municipales y la Comisión Nacional de Emergencias.
"Aguas Zarcas está fundada sobre el gran abanico de deyección del río del mismo nombre, en donde se observan claramente diferentes grados de preservación y de meteorización, indicativo de múltiples eventos de debris flows de épocas prehistóricas hasta no muy antiguas, con gran probabilidad disparadas por eventos telúricos similares a los de Cinchona del 2009, pero en este caso asociados con la falla Aguas Zarcas", indica.
Según los expertos, el gran desarrollo habitacional en dicha ciudad merece una revisión y estudios preventorios, para que no se repita la historia de Cinchona, pero esta vez con un sector altamente poblado.