"Por la verdad murió Cristo" se repite reiteradamente, sólo que parece estar siempre oculta porque la gente solo habla de ella secretamente.
Hoy quiero hablar del padre Marco Antonio Solís, el sacerdote que ha estado sirviendo a San Carlos por mayor cantidad de años.
No voy a esperar que muera para reconocerle lo que significa su valiosa vida, llena de sacrificios y entrega generosa a sus feligreses.
Lo conocí cuando entré a trabajar en radio Santa Clara como productora independiente y cada día supe más de él.
Con una tristeza infinita que parece se va acrecentando día a día luchó por muchos años contra las injusticias que sufren los campesinos y la gente de menos recursos.
Ayudó a salvar la Montaña Sagrada. Con su tesón guió al pueblo sancarleño a echar afuera a quienes querián explotar esa zona.
Y como Jesús sacó su látigo para echar a todos los mercaderes que se situaban frente al templo.
Tildado de comunista, guerrillero, y mil cosas más por los más poderosos nunca bajó la frente ante los que lo calumniaban.
Siempre al lado de los pobres, de los más necesitados, de los campesinos explotados, contra los abusadores de niños y mujeres, con un discurso limpio, valiente, lleno de amor,pidiendo justicia.
Eso le valió también ser aislado por los que jerárquicamente lo mandaban. Fiel a su juramento de obediencia sufrió cosas inimaginables.Un secreto a voces de injusticia.Querido por todo el pueblo, respetado a nivel internacional por su trabajo de lucha a través de radio Santa Clara, cuajó el sueño del Padre Eladio Sancho y empezó con el sueño de construir un edificio para albergar a quienes cumpliendo con el evangelio luchan en favor de los demás.
Un hermoso edificio de varios pisos para dar capacitaciones a los campesinos y diversos grupos evangelizadores, con aulas, comedor, habitaciones pues la idea es que llegaran de todos los lados. Lo habilitó con donaciones que llegaban por doquier y cuando el proyecto se iniciaba llegó su superior jerárquico y destruyó el esfuerzo, el sueño, la esperanza.
Simplemente sacaron todos los haberes y alquilaron el lugar a varias instituciones católicas.
Dice mi amigo muy querido, el periodista Ronald Morera, que el Padre Marcos, en la puerta de su oficina ubicada en el primer piso, veía pasar a los peones que iban llenando los camiones con mesas, sillas, camas, etc.Los ojos llenos de dolor y de tristeza y las lágrimas a punto de salir. Entonces se metió a la oficina y se recluyó allí por muchas horas.
El voto de obediencia le impidió oponerse. Impotente calló.
Y siguió en silencio, con ese dolor que lleva como las cadenas del Cadejos, arrastrando por los pueblitos y lugares donde iba a dar misa.Y siempre frente a Radio Santa Clara emisora que hoy cumple 33 años. Silencio en su interior pero con la voz potente llevando el mensaje de ese Jesús que vive dentro de él.
Pero el corazón protestó y falló. Horas, días, meses, herido de muerte. Y lo aniquiló. En la soledad que lo persigue ,queda poco de aquel hombre joven que fue escogido como hijo predilecto del Padre Eladio Sancho para empujar la gran obra de una emisora potente bajo el símbolo de FE, CULTURA Y PROGRESO. Ya no está con nosotros, lo trasladaron a Alajuela. Lo extrañamos, lo queremos, lo admiramos.
Hoy voy a dormir tranquila porque hace mucho tiempo quería escribir esto. Disculpe Padre Marcos, nunca he sido su feligresa pero si una persona que mucho lo quiere.
Me costó mucho encontrar fotos de él pues siempre ha mantenido un perfil bajo y parece desaparecer ante las cámaras. Estas corresponden a los funerales del Padre Eladio Sancho.
Por: Ángela Ulibarri
Actualización:
Procedimos a cambiar el título de la columna a solicitud de doña Ángela pues la salida del Padre obedeció a su gravedad de salud.
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