Vacío el Carlos Ugalde. La afición cobró los malos resultados de las últimas fechas.
Eso sí, los Toros entaron con todo. Sabían de la urgencia de ganar. Buenas intenciones pero sin acciones claras.
Jorman Aguilar tomaba la iniciativa una y otra vez. Grecia, pese a no jugar 3 jornadas, parecía no haber perdido el ritmo.
15 minutos y no había claridad norteña en la propuesta de juego. Grecia asustaba y llegaba. La visita no le pesaba.
30 minutos y las mejores llegadas, las más amenazantes era de los sancarleños pero no encontraban claridad.
El primer tiempo cerró con 0 a 0 que mantenía a la afición local incómoda. No era lo que esperaban.
El segundo tiempo arrancó y no había más allá. ¡Ganar o ganar! Luis Marín jugaba un partido a muerte y hasta su puesto.
56 minutos y San Carlos no encontraba la llave. Se veía un juego trabado manejado por los locales pero sin contundencia.
A 61 Marín varió sus sistema. Salió Greivin Méndez e ingresó Juan Vicente Solís.
Minutos después, a los 68, salió Roberto Córdoba por Juan Bustos Golobio. Marín urgía de velocidad, ofensiva y un gol.
La apuesta fue total. A los 73 minutos salió Jorman Aguilar e ingresó Julio Cruz. La ofensiva era la apuesta.
Marín desesperaba. Sandro Alfaro le acompañana. Víctor Abelenda no se veía.
Se acaba el tiempo. San Carlos estaba rumbo a la crisis. Otro partido sin ganar. Sin emocionar.
Al 85 volvió el respiro. Julio Cruz devolvió la ilusión y puso el 1 a 0.
En la agonía los Toros respiraron. Sumaron. Se acordaron de ganar.
