"De pronto vimos que se le olvidaban ciertas cosas. Dejó de decirme princesa como siempre me decía y se le olvidaba mi nombre, dejaron de gustarle ciertas cosas. El diagnóstico fue muy triste pero sabía que en ese momento tenía que llenarme de valor y energía para cuidarlo. Es mi papá".
Así es como doña "Estela", recuerda como empezó a notar que a los 77 años su papá tenía cambios que no entendía. Tras la muerte de su madre, ella se encargó del cuido de su "negro" como le llama y 7 años después de tenerlo en casa vio que algo no estaba bien.
Alzheimer fue el diagnóstico.
Este 21 de setiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad que no distingue clases sociales ni edades y que ataca a millones de personas en el mundo.
En San Carlos, el ahora llamado Transtorno Neurocognitivo Mayor afecta a 375 personas cada año. 10 al mes. 1 al día según las estadísticas del Hospital San Carlos.
El Alzheimer es una demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento de las personas. Los síntomas se manifiestan de forma lenta pero empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.
"Es triste cuando te miran y no saben quienes somos, es triste cuando hay que recurrir a álbumes de fotos para tratar de hacerle recordar, es triste cuando por nada se enoja y se le olvida quien soy, es triste pero con más amor lo atiendo", añadió doña "Estela", a quien su solicitud protegemos su identidad.
Síntomas y causas
La enfermedad es un trastorno progresivo que hace que las células del cerebro se degeneren y mueran.Es la causa más común de demencia.
Los primeros signos de la enfermedad aparecen cuando las personas olvidan eventos recientes o conversaciones. A medida que la enfermedad avanza, una persona con la enfermedad desarrolla un deterioro grave de la memoria y perderá la capacidad de realizar tareas cotidianas.
"Van a empezar a presentarse con mayor frecuencia a partir de los 65 años aunque hay casos en personas más jóvenes que aunque son menos frecuentes, son por causas hereditarias. En el caso de las personas mayores hay una combinación entre lo hereditario y el impacto de estilos de vida", explicó Rafael Zúñiga, Médico Geriátra del Hospital San Carlos.
La actividad física, alimentación saludable, control de enfermedades como presión alta y diabetes pueden marcar una diferencia en personas que con rasgos hereditarios.
De 2018 a agosto de 2020, 1126 el HSC atendió a 1126 pacientes tanto en hospitalización como en urgencias.
En ese mismo lapso, 61 personas perdieron la vida con este diagnpostico. 20 por año.
"Desde casa podemos promover todo lo que son hábitos saludables; suspender alcohol, tabaco, mejorar alimentación, promover la lectura y mejorar la parte de socialización de los adultos mayores por que se ha visto que esto tiene un impacto positivo y ahora con el uso de medios tecnológicos", puntualizó Zúñiga.
También, la Asociación Costarricense de Alzheimer y otras Demencias Asociadas, conformada por un grupo de voluntariado de profesionales en medicina, psicología, nutrición y terapía física y respiratoria, parientes de enfermos y/o cuidadores y ex cuidadores; sugiere una serie de recomendaciones para las personas que tienen a los pacientes a su cargo.
"En el entorno del hogar, los cuidadores familiares se enfrentan a múltiples tareas que evolucionan a través del proceso de la enfermedad. Normalmente, el nivel de apoyo se incrementa según progresa la enfermedad, empezando con el apoyo para actividades instrumentales del diario vivir (actividades del hogar, sociales y financieras), y se expanden para incluir el cuidado personal y eventualmente una supervisión casi constante", señalan.
Agregan que el cuidado de la demencia es difícil y requiere tiempo, energía y frecuentemente del esfuerzo físico del cuidador. Como la enfermedad progresa de manera lenta, los familiares usualmente proveen los cuidados durante varios años y están sometidos a altos niveles de estrés durante largos periodos de tiempo.
Los efectos de los altos niveles de estrés se intensifican por la fatiga crónica asociada con la provisión de largas horas de cuidado, sin periodos de descanso.