Un sueño de adolescente lo llevó a convertirse en un destacado pianista de la UCR

Andrés Araya Saborío es un sancarleño que encontró en la música y en un instrumento poco usado en el cantón, un estilo de vida.

A sus 13 años quería convertirse en músico, quería ser parte del semillero de talentos que tienen estas llanuras sancarleñas. Su mirada estaba puesta en un instrumento que, en esta zona no es tan común: el piano.

Andrés Araya Saborío es un sancarleño de 32 años que, encontró en la música y en este instrumento una pasión que no solo se convirtió en un trabajo, también en un estilo de vida.

«Esto surgió cuando veía a todos mis amigos tocando guitarra, violines, armar sus bandas de rock, reggae y yo quería ser parte del ambiente musical de San Carlos y entonces inicié clases en Musicolor con el maestro Érick Alfaro quien es uno de los pocos pianistas sancarleños que tenemos», contó.

Sin tener mucha noción sobre el oficio del pianismo, se mantuvo de lleno con el aprendizaje y llegó hasta San José para iniciar un nuevo proceso de formación académica en el programa preuniversitario de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica.

Actualmente cursa la carrera de Música con énfasis en piano en esa misma casa de estudios, además de formar parte del grupo de destacados pianistas.

Cada esfuerzo y sacrificio realizado le permitió a Andrés participar en destacados conciertos tanto acá en Costa Rica como en países como Panamá, Chile y recientemente Guatemala.

En tierras chapinas participó del Festival y Concurso de Piano «Luis Felipe Arias» en el Conservatorio Nacional de Música. Él y seis compañeros pianistas de la UCR ofrecieron el concierto «Piano a 14 manos».

«Este concierto tiene la idea de mostrar un formato que es poco usual en los conciertos de piano porque casi siempre son duetos, sin embargo, en una investigación encontramos que hay obras de hasta cuatro pianistas, es muy dinámico, tocamos música clásica europea, cubana, costarricense y de otras naciones», explicó.

Desde hace algunos años Andrés vive en Curridabat pero, por ninguna razón olvida su terruño y más bien añora pronto traer uno de sus conciertos con la UCR a su amado pueblo.

«He tenido que dejar de viajar a San Carlos, es algo que me duele mucho pero siempre digo que tengo una misión y es llevar el pianismo a la Zona Norte, ya en su momento pude hacer algo como profesor de Musicolor y formando nuevos pianistas. Quiero volver en algún momento para llevar mi escuela, mis ideas y devolver un poco se lo que se me retribuyó allá (en San Carlos)», dice.

Tiene más de 12 años de experiencia como pianista. Cortesía.

Andrés no se olvida de aquellos que le tendieron una mano en sus inicios e hicieron posible que hoy haya alcanzado buena parte de sus temas profesionales.

Dos personas a las que recuerda con aprecio y agradecimiento son la reconocida Andreina Arce y Fulvia Gallegos, propietarias de Musicolor y a quienes señaló como un apoyo fundamental.

«Andreina y Fulvia fueron mis empleadoras, hicieron posible que yo tuviera mi primera formación pianística y sin ellas dos yo no sería pianista, es imposible hablar de la música en San Carlos sin destacarlas a ellas», dijo.

Parte de su misión es la enseñanza y por ello Andrés tiene hoy su propia academia en el GAM, incluso con estudiantes sancarleños a los que enseña por medio de la virtualidad.

El proyecto se llama Piano Studio 88 y si usted desea recibir clases puede contactarlo al teléfono 8723 8266.

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