Como si nada, un grupo de galleros se reunió en El Caracol, Yolillal de Upala.
Como si la pelea de gallos no fuera ilegal en el país, además desacataron todas las medidas sanitarias que emitió el Ministerio de Salud.
Las autoridades, encontraron la gallera en funcionamiento con cerca de 40 personas, muchas de las cuales huyeron apenas llegaron los policías.
Una de las personas que se quedó, fue el dueño de la finca, un sujeto de apellido Ocampo.
A él, la policía le encontró en un bolso tipo canguro, un estuche con 15 espuelas de plástico, dos espuelas usadas con cinta blanca y llenas de sangre y tres zapatillas para poner espuelas, entre otros artículos, así como dos gallos heridos y uno muerto como consecuencia de las peleas a los que los habían sometidos.
Por orden del fiscal de turno de Upala, la Fuerza Pública procedió al decomiso todo lo que tuviera que ver con la pelea de gallos, además de aprehender al dueño del local, quien fue puesto a la orden de la citada autoridad judicial.