En tiempos de antes, pasar por una panadería significaba ver en las urnas una bandeja que brillaba con color rosado, principalmente, y se convertía en antojo fijo.
Los conocidos suspiros eran de las golosinas favoritas de muchos y pese al paso de los años, la receta se mantiene vigente.
Ahora cuesta más verlos en panaderías pero hay un emprendimiento que enciende el horno muy a mundo para complacer antojos.
Se trata de "Suspiros Colibrí" una idea que lidera Adriana Chaves una vecina de Ciudad Quesada quien, con su propia receta,
"Yo uso otra azúcar, siempre usan azúcar de esa blaquita pero yo uso tres mezcladas y por eso es que la receta queda diferente", contó Adriana.
Chiclosos, blanditos, tostatidos, para todos los gustos hay en este emprendimiento que nació hace un año como forma de generar un dinero extra.
"La ciencia del suspiro es el horneado, la mezcla es la que queda rica por eso es que la hacemos diferente, yo no me quedé con las ganas de que fuera una receta normal y empecé a experimentar hasta llegar a la receta perfecta y aunque no es perfecta, sabe rico", añadió la emprendedora.
Justo por se tan ágil para estudiar recetas es que ahora apunta a nuevos proyectos con azúcares nuevas que incluso, no están en el mercado nacional y que, serían de mejor asimilación al organismo.
¿Se antojó? Pues puede encargar su bolsita de suspiros, como los quiera, por medio del número 8305 -7369.