Maxim Venguérov es uno de los violinistas más destacados del mundo y durante su último concierto, tuvo a un sancarleño de su lado.
Andrey Pérez, director de la Camerata San Carlos, vivó una de las mejores experiencias de su vida, al compartir talento y escenario con uno de sus más grandes ídolos.
Este sancarleño tocó junto Venguérov en el «Concierto para Violín Re menor op. 47» de Jean Sibeluis, en Nueva York, esta semana.
Andrey, recibió la invitación por parte de la Nazareth University Symphony Orchestra en Rochester – New York y de la Orquesta de Cámara Vivaldi de Honduras.
«Nunca imaginé ni en mis sueños más grandes vivir el increíble momento de participar en la elaboración de una entrevista del maestro para temas publicitarios de la escuela de música.
En esta pude ingresar al camerino de él conversar sobre mi carrera musical, mi primer violín hecho por mi abuelo Ramón Blanco y muy importante sobre la misión que hemos desempeñado en San Carlos por estos 21 años», contó.
Además, en el programa pudo tocar con la pianista rusa Polina Osetinskaya el «Concierto para piano y orquesta número 2 op. 18», de Rachmaminov.
«Las oportunidades no son casualidad. Cuando hemos entregado con tanto amor y a manos llenas, Dios logra hacer cosas inimaginables», añadió.
Andrey es un apasionado del violín desde siempre. Todo empezó en diciembre de 2003 cuando apenas tenía 16 años y daba clases de violín en la sala de la casa de sus papás en barrio San Antonio de Ciudad Quesada. Antes de eso, su primer contacto con el violín fue a los 5 años con un «guitalín», una guitarra adaptada que le regaló su abuelo.
Pero como todo, el paso del tiempo permitió que mejorara sus condiciones y llegar a tener su propio violín con el que nació el sueño de dirigir una orquesta: la Camerata San Carlos que ya tiene 20 años.