La onda tropical número 13 está en el oeste de Costa Rica y próxima a salir hacia el Océano Pacífico.
Aunque los expertos la consideran una onda débil, su interacción con la Zona de Convergencia Intertropical y factores locales como el calentamiento matutino y el ingreso de brisas marinas aumentan la posibilidad de lluvias fuertes esta tarde y en las primeras horas de la noche.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó que se esperan aguaceros intensos con tormenta eléctrica en regiones del Pacífico y la Zona Norte, iniciando en sectores montañosos y extendiéndose gradualmente hacia las partes bajas.
Los acumulados podrían alcanzar entre 30 y 60 milímetros en lapsos de 6 a 12 horas, con posibilidad de montos superiores de forma localizada.
En el Valle Central y montañas del Caribe se anticipan lluvias moderadas y dispersas, con registros entre 10 y 40 milímetros.
El IMN advierte que la saturación de suelos es alta en diversas regiones.
En cuencas de Upala y Sarapiquí se mantienen entre un 90 % y 95 %, mientras que en el Caribe Norte, Pacífico Sur y la Península de Nicoya rondan entre 80 % y 85 %, lo que eleva el riesgo de deslizamientos e inundaciones.
Ante estas condiciones, recomiendan precaución por saturación del alcantarillado en zonas vulnerables, así como prevención ante tormentas eléctricas y ráfagas de viento que podrían alcanzar hasta 80 km/h en casos aislados.
La ciudadanía debe estar atenta a caídas de ramas, tendido eléctrico u otros objetos que representen riesgo durante las lluvias.
Las autoridades del IMN reiteran el llamado a mantenerse informados por medio de sus canales oficiales en Twitter (@IMNCR) y Facebook (Instituto Meteorológico Nacional CR).
Debido a lo anterior, el IMN recomienda:
- Precaución ante la posible saturación del alcantarillado en zonas propensas a inundaciones por acumulación de agua.
- Prevención ante tormenta eléctrica: en caso de presentarse o de percibir fuertes ráfagas de viento cerca de nubes de tormenta, se recomienda buscar refugio en un sitio seguro, ya que podrían generarse caídas de ramas de árboles, tendido eléctrico u otros objetos. Estas ráfagas pueden alcanzar hasta 80 km/h en casos aislados.
