Vida de agricultor a los 81 años: Con las botas bien puestas

Don José María Jiménez Montero, un campesino, agricultor nato celebró su día con machete en mano, cosechando yuca y ordeñando sus vaquitas.

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Don José María Jiménez Montero, tiene 81 años de edad y no recuerda haber hecho algo más en su vida que trabajar en el campo.

Aún a su edad y algunas complicaciones de salud, se mantiene con las botas bien puestas. Esas son las aliadas día a día para salir a trabajar y cosechar lo que siembra.

En su finca, en el Asentamiento El Progreso de San Lorenzo, en San Ramón, muy cerca de La Tigra, don José siembra yuca, plátano y ordeña dos vacas para leche y queso. La mayoría para autoconsumo pero, sus vecinos se antojan y le compran.

«Para mí ha sido lindísimo ser campesino, aunque también es un trabajo duro. Desde que era un carajillo, me acuerdo cuando hacía almácigos de café, luego sembrábamos el cafetal y cosechábamos. Lo mismo con el frijol y en aquel entonces era para alimentarnos nosotros nada más», contó.

Con lo que no se comen o venden, alimenta el ganado pero es que la pasión suya es mantenerse en el campo, frente a frente con la vida campesina, con el olor a tierra.

Este 15 de mayo, Día del Agricultor el festejo para él fue como más le gusta: trabajando. ¿Cómo la pasó?

«Aquí, como un viejito acabado, pero, no enterrado. Lo estoy celebrando con el machete en la mano, chapeando, un poco la ronda de la calle porque vieras como crece el monte con la lluvia. Ya ordeñé las vaquillas y más tarde, le tengo que ir a dar de comer a los terneros. Así lo estoy celebrando y mientras pueda, así lo voy a celebrar», dijo.

Como muchos otros agricultores asegura que no son tiempos buenos para ellos. El apoyo estatal es cada vez menor según dicen y los verdaderos agricultores, los que siembran con amor la tierra, empiezan a sentirse abandonados.

«Nos pagan muy mal las cosechas o no nos compran nada de lo que sembramos, tampoco nos prestan plata con intereses baratos. Vea, cada vez quedan menos verdaderos campesinos en las Ferias del Agricultor. Ahora sólo piensan en piña y en los grandes que exportan, pero, eso no es comida para toda la gente y, acuérdese de mí, es peligroso», concluyó.

Este agricultor profesional espera celebrar muchos años más este día, eso sí, siempre con su machete en mano y sus botas bien puestas y ojalá de la mano de su esposa y sus 4 hijos que son la fuerza para mantenerse en el campo. ¡Ejemplo a seguir!

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