Cambio de gramilla en el Carlos Ugalde iniciaría en agosto

El Comité Cantonal de Deportes, administrador del estadio, tiene ya el estudio y esta semana cerró con las licitaciones.

Los dirigentes deportivos del cantón aceleran el paso para el cambio del césped sintético en el estadio Carlos Ugalde Álvarez.

Este miércoles, el Comité de Licencias de la Federación de Fútbol confirmó que el inmueble no fue inscrito para este nuevo torneo pues, la grama no tiene certificación.

El Comité Cantonal de Deportes, administrador del estadio, tiene ya el estudio y esta semana cerró con las licitaciones.

Según las ofertas, las empresas cobrarían entre ¢295 millones y ¢161 millones. De ahí, el CCDRSC promedia el costo en ¢250 millones.

El órgano dispone de ¢110 millones ya aprobados, la Asociación Deportiva San Carlos aportará ¢20 millones y el faltante, están a la espera que sea aporte de la Municipalidad de San Carlos, dueña del estadio.

"Tenemos un déficit de ¢140 millones pero, al bajar la categoría y hay una empresa que está ganando el concurso por un promedio de ¢160 millones y es de excelencia y calidad, entonces ese déficit bajaría un montón", explicó Flora Ballestero, presidenta del CCDRSC.

Bajo esta premisa, el faltante que piden al ayuntamiento sancarleño es de ¢30 millones.

Ahora, solo esperan que el municipio colabore para iniciar la carrera contra el tiempo y agilizar la contratación e iniciar las obras, lo antes posible.

"Desde el momento que inician son tres meses para tener la obra lista. Ellos retira el césped viejo, traen maquinaria y la idea es empezar en agosto si no hay apelaciones y tres meses después, ya está todo listo", añadió Ballestero.

La idea es que, a finales de octubre ya haya visto bueno por parte del Comité de Licencias tras un partido de prueba.

La gramilla "vieja" será donada a centros educativos o asociaciones que hagan la solicitud formal al Comité Cantonal de Deportes.

Junto a esto además hay un proyecto adicional que se trata del cambio de la iluminación del estadio a LED, con un costo de ¢12 millones.

Este inmueble lo usan 33 mil personas al año, entre ellos asociaciones de fútbol femenino, amputados y todas las ligas menores.

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