Los equipos de salud de Pocosol deben ingeniárselas para atender el aumento de casos COVID-19 en el distrito pero además, mantener la vigilancia y las barreras activas contra el Dengue y la Malaria.
Los mosquitos y el Sars Cov 2 ponen al personal de salud a hacer "de tripas, chorizo" en medio de la pandemia.
A este momento, el Área de Salud atiende 24 casos de COVID-19, 37 de Dengue y 20 de Malaria. Esto, deben atenderlo con los mismos equipos y con estrategias muy distintas de contención.
"Es complicado por que es el mismo personal, ahora lo único que tenemos es una plaza extra que atiende el COVID, el Área de Salud tiene 8 Ebáis en Pocosol y Cutris. En los ebáis de Coopevega y El Concho es donde se hacen más giras para atender Malaria y esto reduce las consultas", explica Randall Chavarría, Director del Área de Salud de Pocosol.
Personal médico debe atender las visitas a las comunidades ahora para entrega de medicamentos, contención de COVID y muestras para estos otros males vectoriales.
"Si nosotros no les hacemos contención se nos pueden pasar a comunidades a más grandes como Boca de Arenal o Santa Rosa y la Malaria es una enfermedad que requiere asistencia presencial para la toma de medicamentos. Estamos en constante comunicación con los pueblos por distintas vías explicándoles que no solo es una cuestión de COVID y hay que evitar las aguas estancadas", agregó Chavarría.
Las estrategias están enfocadas en la información clara a la población y el aprovechamiento del recurso humano y médico de la forma más idónea para atender no solo esas enfermedades si no todo lo que además, los centros de salud deben atender.
La preocupación aumenta con la llegada de las lluvias y la posibilidad de que las aguas queden estancadas. Cada año, los picos de Dengue y Malaria empiezan a asomar a partir de agosto según el comportamiento epidemiológico de los distritos que cubre esta Área de Salud.
