En la nota nutricional de la semana anterior, conocimos los conocidos “super alimentos” o “superfoods” y el motivo por el cual toman tanto auge a nivel mundial.
Además de ser fuente importante de nutrientes, fibra y su poder antioxidante, conozcamos las razones del porqué la moringa, el kale y la espirulina se ganaron su puesto como super alimentos.
Moringa: Es un árbol de hojas pequeñas, originaria de la India; se caracteriza porque sus hojas, una vez cosechadas y secadas, contienen gran porcentaje de proteínas, todos los aminoácidos esenciales, así como abundantes vitaminas y minerales (calcio, fósforo, potasio, sodio, hierro, magnesio, zinc, vitamina C, Vitamina A, Vitamina B1 y B2, omega). Gracias a esta cantidad de nutrientes, tiene un gran potencial analgésico y antiinflamatorio, además apoya la salud del cerebro, protege el sistema cardiovascular, es antioxidante y su principal característica es el efecto anticancerígeno. Es normal conseguirla en el mercado (macrobióticas o ferias del agricultor) en forma de comprimidos o en polvo, y suele agregarse a platillos o en bebidas, la recomendación es de 1 a 3 cucharaditas del polvo.
Kale: O mejor conocida como col rizada es una hortaliza verde familia de las coles (coliflor, brócoli), sin embargo la apariencia de sus hojas es como una lechuga. Su propiedad principal radica en que posee una mayor concentración de nutrientes en comparación a otros alimentos, por ejemplo: es alta en vitamina A, ayudando en el buen funcionamiento de la visión; contiene más cantidad de calcio que la leche de vaca, nutriente esencial para prevenir enfermedades del hueso (osteoporosis); es alta en vitamina K, que está implicada en la coagulación de la sangre; además, posee gran cantidad de Omega 3. Se puede consumir en ensaladas, tostadas en el horno o licuadas en batidos.
Espirulina: Es un alga verdeazulada que en estado seco, contiene entre el 60 y 70 % de proteínas, además de vitaminas del complejo B, carotenos, vitamina D, E, ácido fólico, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, sodio, hierro, entre otros. Se ha utilizado principalmente en tratamiento y prevención de los trastornos inducidos por la malnutrición (anemia), además de antioxidante, fortalece el sistema inmune, en tratamientos para la prevención del cáncer, parte del tratamiento de SIDA, reduce los niveles de colesterol. También es sumamente buscado por los deportistas debido a que promueve el desarrollo muscular, combate el agotamiento físico, ayuda en el proceso de recuperación muscular, reduce los calambres y previene lesiones. Se puede encontrar en forma de comprimidos o en polvo, que suele agregarse en los batidos.
La principal recomendación es consultar a su médico si puede consumir alguno de estos alimentos, y si presenta alguna reacción o malestar, detenga su consumo, además recuerde que son alimentos que deben ir acompañados con una alimentación balanceada y actividad física, y nunca deben sustituir ningún tratamiento médico o tiempo de comida.