"Me quedé sin carro, sin carro Señor Jesús. Saque la cámara, lo del trabajo, vamos, vamos, mantenga la transmisión y vámonos de aquí. Consigan alguien que me ayude a empujarlo".
Esto era lo que narraba el comunicador sancarleño Édgar Chinchilla mientras transmitía la llegada de la avalancha a los puentes sobre el río Aguas Zarcas el domingo anterior.
Como es habitual, Chinchilla fue de los primeros en llegar a la escena del desastre pero sin imaginar la magnitud que iba a tomar la cabeza de agua.
Cuando el fenómeno derribó hasta los locales comerciales, las autoridades procedieron a evacuarlo del punto en el que estaba pero, en ese momento su vehículo no le encendió. La decisión era si dejarlo a merced de la emergencia o arriesgar su vida.
"El susto más grande es que la familia quiso ir conmigo y estaban en el carro, fue lo que más me preocupó en el momento, me preocupé por ellos y la transmisión ahí siguió, fue un drama porque la gente se asustó", relató Chinchilla.
El carro había quedado a unos 100 metros del puente y desde donde él empezó a transmitir. Al momento de la emergencia no quiso arrancar.
"Cuando llegué estaba muy peligroso pero empezó a salirse el río por una quebradilla que hay y empezó a hacerse eso inmenso y el carro estaba de ese brazo para adentro, todos estábamos ahí y fue cuando empezaron a decir: corran y salgan porque nos encerraban. En eso llegó mi hija y me dice, el carro no arranca, se quedó sin batería en el mejor momento", contó.
Fueron minutos que se transformaron en una eternidad porque intentaba sacar el carro a como podía y fue cuando aparecieron ángeles que junto a él, se arriesgaron a empujarlo debajo del aguacero y con la crecida de la quebrada a cuestas.
"A mi hasta la transmisión se me olvidó, fue un drama porque todo mundo ya estaba afuera y yo dentro del carro tratando de sacarlo o de rodarlo para atrás y fue cuando mi hijo me dijo que saliera, que lo material se recupera", finalizó.
Chinchilla y su familia lograron llegar sanos y salvos a su casa con su vehículo en buen estado.
Para él estas situaciones no son nuevas, de hecho son parte de sus 23 años de trabajo como comunicador, sucesero y corresponsal de medios de comunicación. De esto, son testigos los poco más de 200 mil seguidores que tiene en su página de Facebook.